Actualizado: 1 jun 2022
Este Trastorno se encuentra dentro de los Tr. Alimenticios, tiene estrecha relación con la Bulimia Nerviosa (BN) y aparece en el contexto donde la obesidad es vista como algo censurable y aberrante por la cultura en donde se idealiza la delgadez y los estereotipos de cuerpo que la acompañan. En esta línea se aprecia que los mismos Trastornos de conducta alimentaria son una parte fundamental en su desarrollo y aparición.

Características y criterios diagnósticos del trastorno por atracón
El Tr. por Atracón (TPA) se caracteriza por la alteración del patrón alimentario, en donde existirían la presencia de atracones, con sentimiento de pérdida de control en relación al consumo de alimentos (tanto en cantidad como en el tipo de alimentos), es decir se da un comportamiento de forma compulsiva al comer. Para poder designar el diagnóstico como tal la presencia de los atracones debe ser de manera regular, al menos una vez por semana durante un periodo de tres meses.
Estos episodios se viven con malestar y marcado descontrol, a su vez con una culpa desmedida luego del episodio, pero sin la aparición posterior de conductas compensatorias (Autoinducción del vómito, uso de laxantes, ejercicio compulsivo, etc), como ocurre en la BN. En el TPA no hay una restricción de la dieta con el objetivo de influir en el peso ni existe tanta insatisfacción corporal como en la BN, pero sí tienen siempre en mente esta idea o promesa de hacer dieta.
En el transcurso de los episodios se observa una ingesta de comida en grandes cantidades, en un periodo de tiempo acotado, mucho más rápido que en la cotidianidad, aunque no se sienta hambre fisiológica la paciente come hasta llegar al malestar físico o sentirse desagradablemente llena. Esta conducta se da generalmente a solas, intentando ocultar la ingesta.
Luego del atracón se da una sensación de intensa de culpa y vergüenza, acompañado de un estado depresivo con mucha autocrítica. Al recordar los episodios la paciente siente profundo malestar, pero aún así no puede frenar la aparición nuevamente de esta conducta.
Especificar si:
En remisión parcial: Luego de cumplirse los criterios para el Trastorno, los atracones se aparecen con menor frecuencia, inferior a un episodio por semana durante un periodo continuado de tiempo.
En remisión total: Luego de cumplirse los criterios para el trastorno, no se ha cumplido ninguno de los criterios durante un periodo continuado.
* Tener en cuenta que siempre está la posibilidad de tener recaídas y que éstas son normales.
Especificar la gravedad actual:
La gravedad se basa en la frecuencia de los episodios de atracones y a su vez en el grado de discapacidad funcional presente en la vida del paciente.
Leve: 1–3 atracones a la semana.
Moderado: 4–7 atracones a la semana.
Grave: 8–13 atracones a la semana.
Extremo: 14 o más atracones a la semana.
* El Trastorno se presenta en personas con diversos tipos de cuerpo y peso (peso normativo, obesidad y sobrepeso)

Epidemiologia y factores de riesgo
En cuanto a las diferencias de prevalencia entre hombres y mujeres se aprecia que la brecha es menor que en otros Trastornos Alimenticios como la Bulimia y Anorexia donde existiría mayor prevalencia en el sexo femenino.
Los factores que influyen en la aparición y desarrollo del Tr. son variados, no se puede explicar por uno solo, si no por la conjunción de estos.
Algunos de los factores que se han observado son:
Factores genéticos y patrones familiares, restricción alimentaria o ciclo de dietas, ingesta emocional, y a su vez se ha observado que los estados emocionales son los que desencadenan en mayor medida su inicio, la regulación emocional, experiencias de abuso sexual, negligencia por parte de los cuidadores primarios, bullying en la infancia, sensación de soledad, entre otros.
El afecto negativo es uno de los antecedentes más comunes antes de un atracón, a su vez se observan otros disparadores como estresores interpersonales, aburrimiento, evaluación negativa respecto a la silueta, peso y autoimagen.
La dietas o la restricción alimentaria es un punto clave para el desarrollo e inicio de atracones, ya que da lugar a una mentalidad de todo o nada, aumenta la voracidad cuando se sale de este control tan estricto, genera una dicotomía a nivel de pensamiento que produce culpa y rigidez psicológica.
El TPA suele dar inicio en la adolescencia o a comienzos de la edad adulta.
Las tasas de remisión del Tr. son más optimistas que en la Anorexia o Bulimia y su vez se puede dar de manera natural como en respuesta a tratamiento acorde, respondiendo mejor a este.
A su vez es poco común que exista migración a otros Tr. Alimenticios.
Características de la ingesta en el TPA
Al parecer el atracón generaría a corto plazo sensaciones positivas y placenteras, pero al terminar el episodio aparecen sentimientos de culpa, ansiedad, disgusto, vergüenza, entre otros, teniendo consciencia además de la imposibilidad de frenarlos.
La ingesta suele ser muy voraz y desmedida, con una velocidad muy rápida y con patrones alterados en el comportamiento alimentario (existen ciertos "rituales" individuales de cada sujeto al momento de la ingesta, por ejemplo comer parados, comer la comida fría, comer dentro del mismo bowl, comer en el refrigerador, entre un sin fin de otras conductas que pueden ser distintas en cada caso).
En el transcurso del atracón los pacientes suelen verse bastante agitados, con un grado de ansiedad elevado. Se puede apreciar en algunos casos que el comer es algo inevitable y prioritario, llevando a la persona a obtener comida de maneras poco convencionales, como por ejemplo robarla, esconderla, tomar las sobras de otro, entre otras formas que les resultan y refieren como vergonzosas.
Una de las características que predomina es la ocultación o el carácter en solitario que se da en el atracón, intentando esconderlo y muchas veces teniendo una percepción como de "doble vida" en relación a sus cercanos ya que le resulta muy angustioso y vergonzoso el hecho de que se enteren, siendo más difícil el pedir ayuda.
La pérdida de control es una de las características cardinales del comer compulsivamente, esta se percibe en el inicio, transcurso o final del atracón, siendo conscientes de la incapacidad que se da para detenerlo aunque noten que se ha comido mucho, viviéndolo como inevitable.
Se aprecia a su vez la planificación del episodio y la predisposición a tenerlo, estableciendo aspectos como el cuándo, el lugar, comprando comida en cantidades siendo destinada para el atracón, etc. Teniendo de cierta manera un control sobre el caos.
La frecuencia de los episodios es variable dependiendo caso a caso y el contexto en el que se encuentre el paciente, por lo mismo lo que pudiera determinar la gravedad de mejor manera es la interferencia en la calidad de vida y la disfunción que se presenta en las distintas aristas de esta (si interfiere con el trabajo, vida social, escolar, relaciones de pareja, etc.)
La duración del episodio, el tipo de alimento y la cantidad de comida que se ingiere suelen ser variables, pero siempre con una ingesta desmedida.
Existe además una sensación de trance, despersonalización o alteración de la conciencia cuando se está en el episodio y cuando se habla de el, viviéndose como una experiencia disociativa en el que percibe de manera distinta a realidad (se encuentran en un estado de pausa).

Comorbilidad, curso y cronicidad del trastorno por atracón
Los Trastornos que se vinculan con mayor frecuencia al TPA son Tr. de ansiedad, Tr. del ánimo (Tr. Bipolar, entre otros), Tr. asociados al control de impulsos o relacionados al consumo de sustancias, Tr. de personalidad (TLP o el Tr. evitativo) y el Trastorno obsesivo compulsivo. Relacionado con el nivel de gravedad del Trastorno.
En cuanto al curso, se observa que el TPA es de carácter crónico, ya que es persistente en el transcurso del tiempo, pero de mejor pronóstico que la BN y la AN.
Suele presentarse de manera intermitente, es decir, periodos de tiempo en que no hay atracones.
El TPA tiene como consecuencia un menoscabo de la calidad y satisfacción de la vida, problemas en la adaptación social, y a su vez problemas de salud arraigados como mayor morbilidad y mortalidad, entre otros.
Tratamientos
Ya que es de carácter crónico es de suma importancia una psicoterapia que ayude a producir cambios y mejorías tanto a corto como a largo plazo, para aminorar el sufrimiento que se da debido a los sentimientos de culpa y vergüenza presentes.
Tratamiento farmacológico:
A corto plazo se aprecia una disminución del número y frecuencia de los atracones con el tratamiento farmacológico, pero no existe evidencia necesaria para demostrar su eficacia a largo plazo ni como tratamiento único.
Los fármacos con mayor efectividad para la reducción de los episodios son los relacionados con la obesidad como la sibutramina y antiepilépticos como el topiramato.
A su vez los antidepresivos o recaptadores selectivos de la recaptación de serotonina no parecen ser tan efectivos, pero sí tendrían mayor efecto que el uso del placebo.
Aunque la combinación de psicoterapia y fármacos parece disminuir la frecuencia y gravedad de los atracones no se observa un efecto significativo sobre el peso corporal.
Terapias:
En cuanto a las terapias una de las más conocidas en esta área de intervención es la TCC o terapia cognitivo conductual, la cual primeramente se diseño para Trastornos como la BN, pero que se ha observado que tiene efectividad a su vez para el TPA al adecuarla a este Tr. con técnicas de la terapia cognitiva para la depresión y estrategias conductuales aplicadas para tratar la obesidad.
Por otro lado ahora se ha apreciado a eficacia de las Terapia de Tercera Ola (que tienen su base en el TCC), como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y terapias basadas en mindfulness, como la Terapia dialéctico conductual (DBT).
La TIP (Terapia Interpersonal) es otra de las terapias utilizadas para este Trastorno, la cual muestra resultados similares a la TCC.
En la actualidad una de las terapias que está siendo observada e investigada en cuanto a su efectividad dentro de los TCA es la Terapia EMDR (Desensibilización y reprocesamiento a través de los movimientos oculares), una terapia integral que interviene fundamentalmente en las áreas que influyen en la imagen corporal y las experiencias adversas que pueden estar a la base.
Bibliografía
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