Miedos y temores que rodean la sexualidad.
Actualizado: 24 ene 2022

La sexualidad está presente desde que nacemos, abarca el sexo, identidades, roles de género, orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción. Se siente y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones y está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, culturales, etc.
En esta publicación, nos vamos a referir a los temores que existen al momento de tener relaciones sexuales. Estos temores pueden ser por múltiples factores, como por ejemplo, mala o nula educación sexual por parte de la familia y/o establecimiento educacional, conceptos erróneos sobre la sexualidad, familias muy restrictivas (y/o religiosas) al momento de hablar sobre estos temas, aprendizaje de la práctica de relaciones sexuales a través del porno, etc.
En el área clínica, se puede dar cuenta que las mujeres que llevan a consultar, sienten temores a ciertas cosas específicas, como por ejemplo, que la pareja se rehuse a usar el preservativo o que este se rompa, que la pareja tenga una enfermedad de transmisión sexual, pensar que su cuerpo es poco atractivo, también el embarazo no deseado (donde también llegan adolescentes con muchas ideas erróneas en este tema en particular), que la pareja no alcance el orgasmo, que sea mala (o no suficiente) en la cama.
En los hombres, los principales temores y complejos que se muestran son: que la pareja no alcance el orgasmo, eyacular precozmente o no ser “suficiente” en el tiempo de duración, pensar que su cuerpo es poco atractivo, miedo a no poder llevar a cabo la relación sexual, que sea malo (o no suficiente) en la cama, complejos y dudas sobre el tamaño de su pene.
Por todo esto, es importante una educación sexual integral, donde enseñar y aprender acerca de los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad, para lograr desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas, considerar cómo sus decisiones afectan a su propio bienestar y el de los demás y entender cuáles son sus derechos, para hacerlos valer.
Otros aspectos importantes para remover estos temores son:
1.- Ir a terapia con un especialista, es decir, sexólogo/a
2.- Hablar y conocer los límites, y tener en cuenta que esos límites se respetan, “no es no”.
3.- Reconocer los gustos de la pareja, esto ayudará a respetar las diferencias y ver si se puede llegar a un consenso.
4.- La comunicación es primordial (en los momentos adecuados), es importante hablar sobre tus miedos, frustraciones, problemas o disfunciones.
5.- Entender que no todo se reduce a la genitalización, las relaciones sexuales no es solo penetración, va más allá.
6.- Ser responsables con la salud sexual.
Recuerden: La sexualidad es para vivirla y disfrutarla de forma saludable.
